lunes, 8 de agosto de 2011

Kiosko Estigma

¡AAAAAGHHHHHHHH!

Los clientes gritan de puro dolor.
El kioskero siempre devuelve el cambio ardiendo. Monedas al rojo vivo.
La gente procura acudir al kiosko con el dinero justo. Los del barrio ya se lo conocen.
Incluso le devuelve el cambio así a los niños, también les quema las manos.
Dejarían de ir, pero es que tiene las mejores chucherías de la ciudad.

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