Se duerme un martes y llega tarde al trabajo.
Se pone a vestirse muy rápido y sale disparado de su casa en menos de dos minutos. Pim, pam, pum.
El tío se presenta así en su oficina una hora tarde y se inventa una excusa de que ha tenido que ir a recoger a su padre a la estación de Sants. (¡Si, claro!)
Duele imaginar el momento de sacarla, esa patilla escarbando to lo interno a su paso
ResponderEliminar